Dios pudo haber escogido formar el universo a través de un proceso evolucionista. Pero, aunque lo haya hecho así y no lo haya hecho por creación directa, Dios siempre debe ser reconocido como su Creador.
Bajo esta clara premisa, la Iglesia estimula una investigación diligente, seria y honesta, de manera de que algún día los científicos puedan conocer con certeza el método que Dios utilizó para llevar al ser humano y al universo hasta su estado actual de desarrollo.
¿CÓMO?
Sí pueden ser compatibles, bajo las siguientes premisas:
· Dios CREADOR directo de la materia que habría comenzado a evolucionar.
· Dios CREADOR de la capacidad de la materia para evolucionar.
· Dios CREADOR directo del alma humana
1. Evolución sin Dios NO
2. Evolución con Dios SI
3. Creación sin evolución SI
El Papa Juan Pablo II en una de sus Catequesis semanales tocó el tema de la Evolución, indicando que ésta es “sólo una probabilidad, no una certeza científica”. Recordó que “la doctrina de fe afirma que el alma espiritual humana es creada directamente por Dios. De acuerdo a la hipótesis mencionada (la evolución), es posible que el cuerpo humano, siguiendo la orden imprimida por el Creador sobre las energías de la vida, pudiera haber sido preparado gradualmente en formas de seres vivientes antecedentes. Pero el alma humana, de la cual depende definitivamente la humanidad del hombre, no puede provenir de la materia, debido a su naturaleza espiritual”. (JP II, 16-abril-1986)La respuesta final no causará conflicto entre la verdad científica y la verdad de fe, ya que Dios es el Autor de ambas.
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